Son
muchas las personas en el mundo que aman a las mascotas, pero que no pueden ni
acercarse a un perro o un gato, y mucho menos convivir con uno, porque
comienzan a estornudar, a toser o a rascarse a causa de las alergias.
Pero
ahora, la historia parece empezar a darse vuelta, con la aparición de Adam, un
perro diagnosticado con “alergia a los humanos”.
Adam
es un labrador negro que durante meses sufrió inflamación en la piel y pérdida
de pelo sin explicación. Estaba casi pelado y lleno de ampollas infectadas por
habérselas rascado y mordido.
Fue
rescatado por un equipo protector de perros, que trató de curarlo sin éxito.
“Lo alimentamos con la mejor comida posible, logramos sacarle las pulgas, le
dimos baños especiales dos veces a la semana, pero nada cambiaba”, contó Robin
Herman, del Lucky Dog Retreat Rescue. Entonces le hicieron un análisis de
sangre y la prueba reveló la sorprendente verdad: que Adam es alérgico a los
humanos. “Yo no le creí (al veterinario) al principio”, dijo Robin. “Pensé que
estaba bromeando. Pero era cierto”.
En realidad
la alergia de Adam es a la caspa humana y no a las personas, pero al parecer
todos en mayor o menor medida vamos perdiendo partículas diminutas de caspa del
pelo o la piel.
Ahora,
gracias a Robin, Adam está realizando un tratamiento de “inmunoterapia” que
utiliza las proteínas del propio alergeno para enseñar lentamente el sistema
inmunológico del cuerpo a tolerarlo. Adam recibirá docenas de inyecciones y al
final, si todo sale como se espera, volverá sin riesgos a su rol de “mejor
amigo del hombre”.
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