El
artista chino Han Xiaoming tiene un lema que guía su carrera: “mejor que decir,
es hacer”. Por eso en vez de usar su lengua para hablar, la utiliza para
pintar. Y no es una metáfora: en vez de pinceles, rodillos, plumas o sus manos,
Han pinta con la lengua, y en lugar de óleos o acrílicos usa como tinta un
líquido azucarado.
Han,
de 35 años, cuenta que se le ocurrió la técnica mientras trataba de aprender la
pintura tradicional china de azúcar. Esta antigua forma de arte implica el uso
de azúcar derretida para crear figuras como dragones, monos, peces, perros,
pájaros y flores.
Mientras
realizaba una de sus obras, Han tuvo hambre y decidió probar un sorbo de las
pinturas azucaradas. Parado frente a un lienzo en blanco con la pintura en la
boca, la inspiración vino sola. Al principio combinaba algunas pinceladas con
“lenguetazos” (¿o serían lenguetadas?), pero con el tiempo terminó abandonando
los pinceles y pasó a usar su lengua como la una herramienta para su arte.
Según
Han, la lengua, cuando se utiliza correctamente, puede ser muy ventajosa para
el artista, ya que crea un trazo de pincel que es único y totalmente personal.
“Es una gran manera de sentir una conexión real con la obra de arte que está
creando”, dijo.
Por
extraña que esta técnica de pintura pueda parecer, Han Xiaoming no es el único
pintor de lengua en el mundo. El artista indio Ani K. también lo hace, pero
utilizando una pintura a base de aceite.
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