Los
trastornos de ansiedad más comunes en los mexicanos son por ansiedad
generalizada, pánico, obsesivo compulsivo y estrés post-traumático de acuerdo
con el Instituto Jalisciense de Salud Mental (Salme).
Durante
2013 se ofrecieron tres mil 44 consultas para atender diferentes trastornos de
las cuales 257 corresponden a trastornos de ansiedad.
Entre
los principales síntomas están el temor, la desesperación o inquietud intensa y
persistente de tal manera que afecta la vida diaria de la persona que lo padece
al grado de que le puede incapacitar para desarrollar su vida diaria, como
trabajar, convivir con su familia o amigos y estudiar.
En el
trastorno de pánico se experimentan sensaciones de terror que llegan de manera
repentina y repetida, las cuales derivan en un "ataque" caracterizado
por la sensación de ahogo, dolor en el pecho, palpitaciones fuertes, temblores,
temor a perder el control o morir, señalan especialistas.
Mientras
que el trastorno de ansiedad generalizada tiene las características de una
preocupación excesiva, incontrolable e irracional respecto a problemas
cotidianos, como la salud, familia, amistad, dinero o trabajo.
Las
personas que padecen el trastorno obsesivo-compulsivo, pueden estar muy
obsesionadas con la suciedad y tener el impuso de lavarse las manos en
repetidas ocasiones, esto porque los pensamientos o las imágenes preocupantes
se llaman obsesiones y los "rituales" que se llevan a cabo para
disiparlos se les llama impulsos.
De
acuerdo al Instituto Jalisciense de Salud Mental, las personas pueden ayudarse
a sí mismas a través de ser positivos, divertirse, dormir bien, aprender a
relajarse, vivir la buena vida y conocerse a sí mismos.
El ser
positivo radica en no permitir que la preocupación te afecte, por ello es
importante aplicar consejos como: "Si puedes cambia la situación, si no
puedes, acéptala y sigue adelante".
Pedir
ayuda es otra de las formas de ayudarse, analizando los sentimientos con
familiares y amigos además de contarles lo que estás haciendo para sentirte
mejor. Una de las recomendaciones es meditar o practicar yoga, escuchar música
relajante y disfrutar de una bebida tibia que no tenga alcohol ni cafeína.
Por
último, el conocerse a sí mismo consiste en identificar las situaciones y
pensamientos que provocan ansiedad, escribir acerca de los sentimientos y de
cómo se reacciona ante ello. Al hacerlo se generan probabilidades de que
algunas cuestiones se puedan ver con mejor claridad.