Algordanza,
una compañía suiza que ha abordado de manera fascinante e inesperada el tema de
la recordar a los seres queridos que han pasado a mejor vida. Ellos comprimen y
sobrecalientan los restos cremados de los fallecidos, y los convierten en un
diamante hecho a mano que puede ser usado y también apreciado.
Todo comienza con un proceso químico
que extrae el carbón de las cenizas del difunto. Este carbón es luego calentado
para convertirlo en grafito. Después el grafito se calienta a 1482 C° y sujeto
a fuerzas tan altas como 395.000 por pulgada cuadrada. El color del diamante
terminado; el que puede variar desde un blanco a un azul oscuro; depende del
boro que contengan las cenizas. Los precios van desde 4.259 Francos Suizos
($4.474 Dólares) por un diamante pequeño sin servicio adicional.
Estas
últimas dos fotografías corresponden a un hombre que llevó a su abuela en un
viaje por Estados Unidos, luego de que sus restos hayan sido cremados y
convertidos en un anillo de diamante.
CORTESIA
DE ZUMZIZERUS
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